Veo
nieve y bravura,
En la
espesura de tu pelo,
Y eterna
ternura,
Al
fondo de tus hoyuelos.
Suelo
mirarte a oscuras,
Observando desde el suelo,
Y pensar en tu cintura,
En mil
noches de desvelos.
Despierto
por miedo,
De perder
tu figura,
En días
de revuelo,
Por falta
de cordura.
Me
transportas al cielo,
A cien yardas
de altura,
Uniendo
nuestros cuerpos,
Con pasión
y locura.
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